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martes, 27 de abril de 2010

Psicología de los colores

Cada color ejerce sobre la persona que lo observa una triple acción:
- Impresiona al que lo percibe, por cuanto que el color se ve, y llama la atención.
- Tiene capacidad de expresión, porque cada color, al manifestarse, expresa un significado y provoca una reacción y una emoción.

- Construye, todo color posee un significado propio, y adquiere el valor de un símbolo, capaz por tanto de comunicar una idea. Los colores frecuentemente están asociados con estados de ánimo o emociones.

Los colores nos afectan psicológicamente y nos producen ciertas sensaciones. Debemos dejar constancia que estas emociones, sensaciones asociadas corresponden a la cultura occidental, ya que en otras culturas, los mismos colores, pueden expresar sentimientos totalmente opuestos por ejemplo, en Japón y en la mayor parte de los países islámicos, el color blanco simboliza la muerte.

El Rojo: Es el símbolo de la pasión ardiente y desbordada, de la sexualidad y el erotismo, aunque también del peligro. Es el más caliente de los colores cálidos. Es el color del fuego y de la sangre, de la vitalidad y la acción, ejerce una influencia poderosa sobre el humor y los impulsos de los seres humanos, produce calor. El aspecto negativo del rojo es que puede destapar actitudes agresivas.

El Anaranjado: Representa la alegría, la juventud, el calor, el verano. Comparte con el rojo algunos aspectos siendo un color ardiente y brillante. Aumenta el optimismo, la seguridad, la confianza, el equilibrio, disminuye la fatiga y estimula el sistema respiratorio. Es ideal para utilizar en lugares dónde la familia se reúne para conversar y disfrutar de la compañía.

El amarillo: En muchas culturas, es el símbolo de la deidad y es el color más luminoso, más cálido, ardiente y expansivo, es el color de la luz del sol. Genera calor, provoca el buen humor y la alegría. Estimula la vista y actúa sobre el sistema nervioso. Está vinculado con la actividad mental y la inspiración creativa ya que despierta el intelecto y actúa como anti fatiga. Los tonos amarillos calientes pueden calmar ciertos estados de excitación nerviosa, por eso se emplea este color en el tratamiento de la psiconeurosis.


El verde: Simboliza la esperanza, la fecundidad, los bienes que han de venir, el deseo de vida eterna. Es un color sedante, hipnótico, anodino. Se le atribuyen virtudes como la de ser calmante y relajante, resultando eficaz en los casos de excitabilidad nerviosa, insomnio y fatiga, disminuyendo la presión sanguínea, baja el ritmo cardíaco, alivia neuralgias y jaquecas. Se utiliza para neutralizar los colores cálidos.


El Azul: es el símbolo de la profundidad se le atribuyen efectos calmantes y se usa en ambientes que inviten al reposo. El azul es el más sobrio de los colores fríos, transmite seriedad, confianza y tranquilidad. Se le atribuye el poder para desintegrar las energías negativas. Favorece la paciencia la amabilidad y serenidad, aunque la sobreexposición al mismo produce fatiga o depresión. También se aconseja para equilibrar el uso de los colores cálidos.


El púrpura: Representa el misterio, se asocia con la intuición y la espiritualidad, influenciando emociones y humores. También es un color algo melancólico. Actúa sobre el corazón, disminuye la angustia, las fobias y el miedo. Agiliza el poder creativo. Por su elevado precio se convirtió en el color de la realeza.


El blanco: Su significado es asociado con la pureza, fe, con la paz. Alegría y pulcritud. En las culturas orientales simboliza la otra vida, representa el amor divino, estimula la humildad y la imaginación creativa.


El Negro: Tradicionalmente el negro se relaciona con la oscuridad, el dolor, la desesperación, la formalidad y solemnidad, la tristeza, la melancolía, la infelicidad y desventura, el enfado y la irritabilidad y puede representar lo que está escondido y velado. Es un color que también denota poder, misterio y el estilo. En nuestra cultura es también el color de la muerte y del luto, y se reserva para las misas de difuntos y el Viernes Santo.


El gris: Iguala todas las cosas y no influye en los otros colores. Puede expresar elegancia, respeto, desconsuelo, aburrimiento, vejez. Es un color neutro y en cierta forma sombrío. Ayuda a enfatizar los valores espirituales e intelectuales.

domingo, 25 de abril de 2010

Contraste cualitativo

La noción cualitativa del color se fundamenta en el grado de pureza o de saturación. Por contraste cualitativo designamos la oposición entre un color saturado y luminoso y otro color apagado y sin resplandor. Los colores del prisma, que brotan de la refracción de la luz blanca, son colores muy saturados y de una luminosidad extrema.Entre los colores pigmentarios, también encontramos colores muy saturados. En cuanto un color puro se esclarece o se oscurece, pierde algo de su luminosidad. Los colores pueden ser rotos o apagados de diferentes maneras ; además, reaccionan de distinto modo ante los varios medios de que se vale el artista para perturbarlos.
1°. Se puede romper un color puro con la ayuda del blanco. El carácter del color evoluciona hacia el frío. El rojo carmín mezclado con el blanco adquiere una apariencia azulada y su carácter coloreado queda muy modificado. Con blanco, el amarillo se hace un poco más frío pero el azul no cambia. El violado es muy sensible al blanco: si el violado oscuro y saturado parece amenazador, el violado aclarado con blanco, el lila, produce una impresión de alegría.
2°. Se puede romper un color puro valiéndose del negro. El amarillo mezclado con negro pierde su expresión irradiante y clara y se hace enfermizo y venenoso. Automáticamente pierde su luminosidad. El cuadro de Géricault « La loca » está pintado con tonos turbios amarillos negruzcos que comunican al cuadro una lograda expresión de locura y de malestar. Con el negro, el violado aumenta aún más su oscuridad natural y cae sin querer en la nada. Si el rojo carmín se mezcla con negro, adquiere una tonalidad que tira hacia el violado.Igualmente, el negro da al rojo cinabrio una tonalidad quemada, pardo-rojo, de apariencia adustaEl negro paraliza al azul. El azul no soporta más que algunos grados hasta el negro y su luminosidad desparece rápidamente. El verde es mucho menos sensible a las modulaciones que el violado o el azul. De una manera general, el negro quita a los colores su luminosidad ; los aleja de la luz y los mata más o menos rápidamente.
3°. También podemos romper un color saturado con una mezcla de negro y de blanco, es decir con el gris. En cuanto se realiza esta mezcla, se obtiene unos tonos del mismo grado de claridad o de oscuridad pero, sea cual sea, los tonos son siempre más turbios que el color puro correspondiente. Los colores mezclados con gris se hacen más o menos neutros y ciegos.
4°. También podemos « enturbiar » un color puro mezclándolo con su color complementario. Si se mezcla amarillo y violado, se logra unos tonos que se sitúan entre el amarillo claro y el violado oscuro. El verde y el rojo no están muy alejados entre sí pero, mezclados juntos, dan una mezcla gris muy oscura. Las diferentes modificaciones de tonos que resultan de los colores complementarios pueden, con un poco de blanco, originar resultados extraños y sorprendentes.
Cuando la mezcla proviene de tres colores primarios, el tono final es de un carácter roto y apagado. En función de las relaciones cuantitativas de los tres colores, la mezcla será un gris más o menos amarillo, rojo, azul o negro. Todos los grados se pueden conseguir con los colores primarios. Esto es válido también para los colores secundarios y para cualquier combinación de colores siempre que la mezcla contenga amarillo, rojo y azul. El efecto del contraste luminoso-apagado es relativo. Un color cualquiera puede parecer luminoso junto a un color apagado o tomar un carácter apagado junto a un color luminoso.Es importante saber en que condiciones se puede provocar el efecto simultáneo o se debe suprimir. Hay muchas composiciones de colores que no soportan el efecto del contraste simultáneo. Hace unos años, un fabricante de telas para corbatas me mostraba con desesperación unos cientos de metros de tela cara que no conseguía vender pues las rayas negras tejidas sobre un fondo negro parecían verdes en vez de negras y el tejido producía una vibración desagradable. El efecto simultáneo era tan fuerte que el comprador defendía que se había empleado hilo verde en vez de hilo negro. Si el fabricante hubiera empleado un hilo pardo-negro en vez de un hilo azul-negro, hubiera quedado eliminado el efecto simultáneo y se hubiera ahorrado la pérdida del material.
Existe también la posibilidad de emplear los colores que ofrecen un peligro según los grados de claridad distintos. En cuanto un contraste claro-oscuro aparece, la modificación simultánea se hace más difícil.Los efectos simultáneos nacen también entre los colores puros si, en vez de emplear el color complementario al primero, se toma un color que en el círculo cromático de doce zonas se encuentra a su derecha o a su izquierda. Para el violado, no se tomará amarillo ; se elegirá el amarillo para el rojo-violado o para el azul-violado. Si se quiere reforzar el efecto del contraste simultáneo, se emplearán las posibilidades que ofrece el contraste cuantitativo.Siempre es prudente mezclar previamente en un esbozo los colores que se van a usar en una composición : se podrá juzgar los efectos de color antes de pasar a la realización de la composición.

viernes, 23 de abril de 2010

Los colores y el estado de ánimo

¿Sabía que los colores transmiten estados de ánimo? A continuación, una guía para saber elegir el color más adecuado para cada cuarto

Los científicos, los médicos y los profesionales de la salud mental han venido estudiando la correlación entre el color y el estado anímico durante años. Actualmente, muchos de ellos creen que los colores no sólo pueden provocar distintas reacciones emocionales, sino también mejorar el humor y el bienestar interior.

Incluso, recientes estudios sugieren que más que ver el color, las personas lo experimentan. Por eso, los especialistas ahora son más propensos a creer que cada persona "siente" el color con el corazón, y no con la cabeza.

Los colores se pueden dividir en tres tipos básicos: activos, pasivos y neutros. Si recuerda y conoce bien los fundamentos de estas tres acciones, podrá pintar y decorar su casa de la manera que más se ajuste a los climas que intenta lograr.

Colores activos

Los colores activos son colores cálidos, e incluyen al amarillo, el naranja y el rojo. Estos colores inspiran sensaciones positivas y dan mayor confianza y extroversión.

Los colores cálidos pueden también inspirar actitudes de conversación y sociabilidad. El rojo, por ejemplo, “calienta” un cuarto como ninguna otra tonalidad.

Los amarillos intensos y los colores dorados destilan creatividad y ganas de trabajar, por lo que son ideales para las salas de oficina, las cocinas y las áreas de estudio.

Colores pasivos

Los colores más fríos, brindan sensación de paz y frescura. Los dormitorios, las áreas privadas y los cuartos de baño, son muy buenos lugares para decorar con azules, verdes y púrpuras.

Colores neutros

Los colores neutros, son como "colores descoloridos". Los beiges, los grises, y los blancos, no activan ni enfrían nada, pero, en su lugar, trabajan en conjunto con los demás colores, para unir cuartos y proporcionar la transición entre las diferente tonalidades.

Pintura para las paredes

Repintando las paredes, podría cambiar muy fácilmente el look o sensación de un cuarto. Mezclar o combinar colores dentro de un mismo esquema de tonalidades, es una manera excelente de balancear el color y la emoción, y dará una sensación de bienvenida a sus huéspedes.

A continuación, le daremos unas pautas generales para saber cuándo la pintura de la pared debe tener una tonalidad pasiva, activa, o neutra:

Paredes neutras

Los colores neutrales, como el blanco, gris, el beige, y el amarillo claro, envían un mensaje de calma y paz al cerebro. No es casualidad que los consultorios de los médicos, los cafés, los spa y los centros de salud mental, tengan paredes con colores neutros, cuyas propiedades pueden “des-estresar” a las personas.

Paredes brillantes y cálidas

Para recrear una atmósfera acogedora y de calidez en un cuarto, se deben utilizar colores brillantes y cálidos, como el amarillo fuerte, el naranja y el rojo.

Estos colores son muy buenas opciones para los cuartos que se ven fríos y opacos debido a una luz solar limitada. Combinando varias tonalidades de colores cálidos, se logrará evocar reacciones positivas y alegres.

Uno de los colores más recomendados dentro de los activos, es el amarillo intenso. Esta tonalidad agrega mucha vitalidad a los cuartos oscuros, por lo que incluso los terapeutas lo usan a menudo en sus clínicas o consultorios.

Usted puede lograr este mismo efecto agregando colores amarillos a los cuartos que no se asocien con momentos felices y de distensión, como las cocinas y los lavaderos. El amarillo se puede utilizar también para aumentar la energía.

Paredes frescas

En los cuartos donde haya mucho sol, los colores frescos pueden proporcionar calma al ambiente. Los verdes claros y los celestes, son perfectos para los dormitorios, los cuartos de juego, y las áreas de actividad.

Otros colores frescos, como por ejemplo el azul marino o el verde oscuro, pueden evocar ánimos reservados e incluso tristeza. Por esta razón, los colores frescos no se utilizan generalmente en áreas grandes.

El humor de los colores

Los siguientes colores, transmiten las siguientes sensaciones:

Rosa: Calma, promueve el afecto.

Amarillo intenso: Fuerza, aumenta la energía, amplía el tamaño de un cuarto.

Blanco: Purifica, unifica, da más vida a los demás colores.

Negro: Autoridad, demuestra disciplina, anima a la independencia.

Naranja: Fuerza, estimula el apetito y la conversación.

Rojo: Poder

Verde: Equilibrio, frescura

Púrpura: Confort, crea misterio

Azul: Relaja, refresca

Consejos y trucos

Para hacer combinaciones de colores en los cuartos, no hace falta que pinte las paredes de diferentes tonalidades: puede probar utilizando muebles y accesorios que puedan proporcionarle un contraste visual al color de la pared.

Por ejemplo, quedaría muy bien una pared de ladrillos rojizos al descubierto (ladrillos vista), con sillones cubiertos por mantas blancas.

Los colores frescos (pasivos), hacen que un cuarto se vea más grande de lo que en realidad es, mientras que los colores cálidos (activos) dan la sensación de cuartos más pequeños pero más acogedores.

La cortinas beige agregarán un toque de distinción y clase a cualquier dormitorio o cuarto.

jueves, 22 de abril de 2010

Contraste simultáneo:

Entendemos por contraste simultáneo el fenómeno según el cual nuestro ojo, para un color dado, exige simultáneamente el color complementario y, si no le es dado, lo produce él mismo. La experiencia prueba que la ley fundamental de la armonía coloreada encierra en sí la realización de la ley de los complementarios. El color complementario engendrado en el ojo del espectador es una impresión coloreada pero no existe en la realidad. No se puede fotografiar. El contraste simultáneo y el contraste sucesivo tienen seguramente el mismo origen.

Hagamos la experiencia siguiente : sobre una superficie cubierta de un color fuerte pintemos, un pequeño cuadrado negro. Coloquemos encima un papel de seda transparente ; si la superficie es roja, el espectador tiene la impresión de ver un cuadrado verde en vez del negro. Si la superficie es verde, el cuadrado parece rojizo ; si es violada, el cuadrado negro parece amarillento y si la superficie es amarilla, el cuadrado parece violaceo. Cada color produce simultáneamente su color opuesto.

Las figuras 1 a 6 muestran esta experiencia realizada de otra manera. Seis cuadrados de color puro encierran cada uno un pequeño cuadrado gris cuyo grado de claridad corresponde al del color puro sobre el cual está colocado. Cada uno de estos pequeños cuadrados brilla con un color que, de hecho, es el color complementario del color de base. Cuando se mira a un color, conviene tapar todos los demás y aproximar el rojo lo más posible al cuadrado que se mira. Los efectos simultáneos son tanto más fuertes cuanto más tiempo se mire fijamente el color principal y cuanto más brillante sea éste. El efecto queda reforzado cuando se ilumina por delante el color fundamental y cuando la imagen de la experiencia es examinada un poco por encima de la altura de los ojos, es decir cuando el conjunto se observa con una iluminación oblicua.
Puesto que el color engendrado no existe realmente pero aparece en el ojo, produce en nosotros una impresión de irritación y de vibración viva cuya fuerza cambia constantemente. Después de cierto tiempo parece que disminuye la intensidad del color de base, el ojo se cansa, mientras que la impresión dada por el color engendrado simultáneamente se hace más fuerte. El efecto simultáneo no sólo se produce entre un gris y un color puro sino también entre dos colores puros que no son totalmente complementarios. Cada uno de los dos colores intenta empujar al otro hacia su color complementario y, casi siempre, ambos colores pierden sus caracteres verdaderos y parece que irradian según nuevos efectos. Los colores parecen adquirir una luminosidad particularmente dinámica. Desaparece su estabilidad y se hacen pábulo de las vibraciones más variadas. Pierden su carácter objetivo para desplegar efectos de naturaleza irreal, adquiriendo así una nueva dimensión. El color queda como desmaterializado y se hace perfectamente válida la frase : « la realidad de un color no siempre es idéntica a su efecto ».
El efecto simultáneo es de gran importancia para todos aquellos que tratan con los colores. Decía Goethe : « Gracias al contraste simultáneo el color se presta al uso estético ».

La figura 7 (arriba) muestra tres cuadrados grises en un cuadrado anaranjado. Hemos empleado aquí tres tonos distintos de gris pero muy próximos. El efecto que produce cada tono de gris es diferente: así, el primer gris contiene un poco de azul y refuerza el efecto simultáneo; el segundo gris es neutro y se modifica simultáneamente; el tercer gris contiene algo de anaranjado y es completamente inadecuado para producir un efecto simultáneo, es imposible que se modifique. Esta experiencia pone de manifiesto el hecho de que se puede reforzar el efecto del contraste simultáneo o suprimirlo con métodos oportunos y apropiados.

Es importante saber en que condiciones se puede provocar el efecto simultáneo o se debe suprimir. Hay muchas composiciones de colores que no soportan el efecto del contraste simultáneo. Hace unos años, un fabricante de telas para corbatas me mostraba con desesperación unos cientos de metros de tela cara que no conseguía vender pues las rayas negras tejidas sobre un fondo negro parecían verdes en vez de negras y el tejido producía una vibración desagradable. El efecto simultáneo era tan fuerte que el comprador defendía que se había empleado hilo verde en vez de hilo negro. Si el fabricante hubiera empleado un hilo pardo-negro en vez de un hilo azul-negro, hubiera quedado eliminado el efecto simultáneo y se hubiera ahorrado la pérdida del material.

Existe también la posibilidad de emplear los colores que ofrecen un peligro según los grados de claridad distintos. En cuanto un contraste claro-oscuro aparece, la modificación simultánea se hace más difícil.
Los efectos simultáneos nacen también entre los colores puros si, en vez de emplear el color complementario al primero, se toma un color que en el círculo cromático de doce zonas se encuentra a su derecha o a su izquierda. Para el violado, no se tomará amarillo ; se elegirá el amarillo para el rojo-violado o para el azul-violado. Si se quiere reforzar el efecto del contraste simultáneo, se emplearán las posibilidades que ofrece el contraste cuantitativo.
Siempre es prudente mezclar previamente en un esbozo los colores que se van a usar en una composición : se podrá juzgar los efectos de color antes de pasar a la realización de la composición.